RACISMO Y DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO: UNA EXPLOSIVA COMBINACIÓN

Por Sara Cuentas



“Subrayado que la eliminación del apartheid, de todas las formas de racismo, de discriminación racial, colonialismo, neocolonialismo, agresión, … es indispensable para el disfrute cabal de los derechos del hombre y de la mujer…” (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer)

El acto de violencia sexista y racista ocurrido el pasado 7 de octubre contra una joven latinoamericana en los Ferrocarriles de la Generalitat, evidencia de forma contundente el grado de vulnerabilidad al que nos vemos sometidas las personas inmigradas, sobre todo las mujeres y más aun si somos mujeres jóvenes.

Hacer alusión a racismo en este contexto es necesario, aunque ya hace tiempo se aceptó que las razas no existen en ningún sentido que pueda ser reconocido científicamente, pues la propia idea de raza es una construcción social. Sin embargo, nos sirve para contextualizar, analizar y denunciar hechos como el ocurrido con la joven ecuatoriana.

La idea de racismo como forma de discriminación, viene expresada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que presupone que discriminación racial es la única forma de discriminación, obviando otras formas de discriminación como las basadas en género, edad, discapacidad, preferencia sexual o religión. Por lo tanto, para hablar sobre género y racismo es necesario ubicarnos primero en el contexto histórico, es decir colonialismo, apartheid y la construcción política e ideológica de estas prácticas discriminatorias, y en segundo lugar, en la realidad actual de las relaciones interpersonales e interétnicas que se dan en todas las sociedades, sobre todo en las occidentales ante el proceso migratorio.

El contexto histórico, por tanto, toma en cuenta que pertenecemos a diferentes grupos raciales y étnicos (Anthias, F. 1990) ya que éstos determinan nuestras percepciones respecto a "una/o misma/o" y la "otredad" de las/os otras/os, ya sean mujeres y hombres. Y sobre este contexto histórico se continúan estableciendo diferencias, prácticas discriminatorias y vejatorias de unas personas contra otras.

Estas creencias se reflejan tanto en el discurso político como a nivel de las ideas populares (Solomos, J. 1989) y también en actitudes y conductas violentas. En consecuencia, la percepción común sobre "raza" se ha concentrado en variables tales como color de la piel, idioma y nacionalidad.

La ICERD (Convención internacional para la eliminación de la Discriminación Racial) adoptada por la ONU en 1965, definió para la época, el término “discriminación” como “toda distinción, restricción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, descendencia, origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social o cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública” . Este concepto que portaba ceguera de género; es modificado por el mismo ICERD, cuando en el año 2000 plantea la Recomendación Nº 25, sobre las Dimensiones de la Discriminación racial relacionada al género”, que declara: “La discriminación racial, no siempre afecta a las mujeres y a los hombres por igual o de la misma manera”.
Y es que desde siempre, las mujeres hemos sido víctimas de la discriminación de género. Y en este sentido, es importante señalar que clase, “raza”, etnia y casta tienen un efecto sobre cómo las mujeres experimentamos la discriminación de género de maneras diferentes.

Precisamente, para ayudar en el análisis y entender cómo se entrelazan discriminación de género y racismo, en enero del 2001, la División para el Adelanto de las Mujeres, de las Naciones Unidas, organizó una reunión de expertas/os sobre raza y género en Croacia, donde se estableció la “interseccionalidad” como “discriminación compuesta, doble o múltiple discriminación” y se refiere a la interacción entre dos o más formas de discriminación; por ejemplo; la intersección de género, raza, etnia y otros factores dentro del marco de los derechos civiles o políticos, o en el marco de los DESC. Es importante recordar que la discriminación de género es una violación de los derechos humanos en intersección con todas las otras formas de discriminación (Fanny Gómez - REPEM Colombia).

La interseccionalidad de la discriminación de género con otras formas de identidad, determina nuestra vulnerabilidad como mujeres hacia la discriminación racial. De este modo, la discriminación racial no es más que una hebra de diferentes hilos entrelazados de discriminación puesto que las mujeres no sólo se diferencian por la manera en cómo raza, etnia, clase, edad, casta, sexualidad e incapacidad afectan nuestras experiencias. Existen otros factores, como el contexto histórico y localidad geográfrica, que también son parte del marco de análisis y reflexión sobre racismo y género.

Al relacionar “raza” y género, no se debe entender que nos referimos a dos sistemas separados de racismo y patriarcado, que se entrelazan de una manera comprensible y simple, ni tampoco que es un ejerció teórico y analítico a secas, sino que está en juego una serie de complejidades sociales y variedad de experiencias y formas de opresión y violencia, como la ocurrida contra la joven latinoamericana, que considero, deben ser destacadas como llamadas de alerta y reflexionadas desde esta dualidad, que nos permita comprender cuál es su trasfondo, reflexionar cómo podemos contribuir a erradicarlas y denunciar estos hechos.

En la base del cruce entre racismo y género está el hecho de que en ambas formas de discriminación se registran experiencias de la subordinación fomentada tanto por el sistema patriarcal como por la historia de la colonización. El racismo está basado no sólo en una consideración de la otra/o como “diferente” sino en su apreciación como otra/o diferente “en déficit”, no civilizada/o e invisibilizada/o, lo cual constituía a su vez el eje común entre las tres categorías de género, etnia y raza. En este sentido se hace necesario profundizar el análisis de las formas de discriminación étnica y racial existente en las sociedades europeas, a pesar de los discursos oficiales de igualdad, democracia y equidad, y de examinar los procesos de subordinación propios de cada una de las identidades afectadas. Porque la esencia de la identidad no es una suma de roles sino el significado que se le atribuye a una persona en un mundo de relaciones, sociales, económicas, culturales y políticas.

El caso de la joven ecuatoriana no es el único, y demuestra que a las mujeres, al estar sujetas a un estado de vulnerabilidad social, debido a factores étnicos, raciales y sexistas, con estereotipos basados en criterios de superioridad e inferioridad, nos coloca en primera línea como posibles víctimas de la discriminación agravada o múltiple.

Y precisamente, el desafío para los Estados, receptores de la población inmigrante, es el desarrollo de la interculturalidad positiva, a partir de políticas del Estado que abarquen los niveles de la institucionalidad, la educación, la comunicación y la legislación, que reconozca y visibilice la realidad de las múltiples identidades y la necesidad de incorporar la perspectiva de género en todos los programas de acción contra el racismo y la discriminación racial y que el lenguaje en la legislación plasme derechos que reconozcan no solo la igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer que pertenece a grupos discriminados racialmente, sino que provean derechos y soluciones legales a las mujeres que sufren una discriminación múltiple o agravada. Y todo ello, sin perder de vista el contexto de la globalización que tiende a homogeneizar, excluir y hacer más complejos los caminos para construir las alternativas de cambio o para hablar de “ciudadanías globales”.

Las múltiples formas de discriminación que somos capaces de imaginar son todas, dimensiones distintas de lo mismo, de nuestra forma de mirar y de entender la realidad. Estas discriminaciones se ocultan en el ámbito escolar, en el ámbito de los medios de comunicación y en general en todos los espacios de socialización que entienden la realidad desde perspectivas dicotómicas y excluyentes.

Por tanto se hace urgente y necesario, no sólo analizar, sino visibilizar y hacer incidencia para comprender cómo se da la interseccionalidad en la discriminación en el contexto de la globalidad, pues la imposición de un modelo económico global determina, agrava y profundiza la exclusión. La discriminación hace referencia a aquella parte de la humanidad que ha estado excluida de participar en los asuntos de interés público y que detenta una ciudadanía incompleta, debido a que hay derechos a los que no acceden sino a través de una larga lucha. Ser parte de, estar integrada/o a un determinado conjunto social, implica el goce de derechos políticos, sociales, económicos y culturales. La base de la ciudadanía plena es estar en el circulo de manera diferenciada, (valorando su diversidad y diferencia) pero no discriminada por el color, la etnia, el sexo, la edad, y excluida del acceso y control de los recursos, a la educación, al mercado formal de trabajo. La posibilidad de construcción de una cultura pública, implica que todas las instituciones de la sociedad (escuela, familia, medios de comunicación, gobierno, etc.) luchen activamente contra la discriminación racial, sexista y de clase y que reconozcan aportes diferentes, que pueden hacer los distintos grupos culturales de una sociedad.

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Manifiesto ante la nueva derogación del Aborto Terapéutico en Nicaragua
















Recogido de AWID - Sara Cuentas

Punto Focal de la Campaña 28 de Septiembre por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe

Para las Mujeres del mundo y en particular de América Latina y el Caribe, hacer historia y contar la historia, dista mucho de la verdad, cuando se trata de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas:

- "30 Mujeres se suicidan al año, tras conocer de embarazos no deseados". Sin embargo, el ministerio reconoció que la cifra puede ser mayor porque muchas muertes de jóvenes de condiciones de extrema pobreza o que viven en zona alejadas en provincias, no son denunciadas por los familiares.

- Las muertes de adolescentes y jóvenes embarazadas que "usan pastillas de gramoxone, té de narciso y todo tipo de fármacos en función de que les baje la menstruación, no con la intención de suicidarse, pero se intoxican y mueren", no están en las estadísticas de Muerte Materna.

- Aumentan casos de niñas de 10 años embarazadas. "Lo más triste es que estas niñas, ni siquiera saben por qué les crece el estomago y son tan pequeñas que tanto ellas, como los bebés corren grandes riesgos".

- Campaña para despenalizar el aborto."La propuesta de una coalición de organizaciones civiles de incluir la despenalización del aborto en la reforma del código penal..., genera fuertes presiones contrarias de las jerarquías de la Iglesia Católica sobre el Congreso legislativo".

Las cuatro noticias antes mencionadas, hacen perder la ubicación geográfica de dónde suceden los hechos, cuatro países diferentes; Perú, Nicaragua, Guatemala y República Dominicana, todos con realidades similares como países latinoamericanos y del Caribe, precisamente porque las mujeres, adolescente y jóvenes que mueren a causa de un aborto inseguro, pertenecen a las poblaciones que viven en condiciones de pobreza.

Mujeres organizadas y no organizadas, feministas y no feministas, pertenecientes o no a alguna iglesia o religión, hombres y mujeres profesionales y no profesionales, así como las asociaciones médicas y de ginecoobstetricia en América Latina y el Caribe, han abundado en argumentos, evidencias y cifras, que demuestran que el castigo hacia las mujeres, no disminuye la cantidad de abortos clandestinos y sobre todo inseguros para las mujeres pobres.

El aborto inseguro es un problema de salud de las mujeres, que pos su
magnitud se ha convertido en un problema de salud pública, que está contra la vida, la salud y la integridad de las mujeres en edad reproductiva.

"Aproximadamente 3.7 millones de abortos inducidos ocurren cada año en Latinoamérica y el Caribe, y se estima que un 17% de muertes maternas se deben al aborto inseguro".

Lejos del humanismo para salvar la vida de las mujeres, los gobiernos de Honduras, El Salvador, Chile y ahora -con más de 100 años de retroceso histórico- Nicaragua reitera la decisión tomada en octubre 2006 y con el patrocinio del gobierno del Frente Sandinista, se suma a los únicos países del mundo que condenan a las mujeres, adolescentes y niñas pobres a la cárcel o al cementerio, negándoles el derecho al aborto terapéutico.

Por otro lado, existe la complicidad de los gobiernos e iglesias con la masculinidad machista y doble moral, que no asume con políticas públicas de población, la prevención de los embarazos no deseados y la epidemia de abusos y violaciones sexuales a mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas, que promueva con el ejemplo la corresponsabilidad de la eyaculación y embarazo responsable y en pareja, que proporcione dicha y felicidad a las nuevas Vidas.

En la mayoría de los gobiernos, donde se destaca la influencia de las distintas iglesias; católicas y evangélicas, asumen el poder sobre la ciudadanía de las mujeres, violando el principio de Estado Laico, con una mezcla político-religiosa, legislando desde los púlpitos, condenando a las mujeres a la muerte por pecadoras y/o delincuentes.

Mientras no exista la capacidad de legislar separando lo divino y pecaminoso, como asunto personal de fe, con las leyes que respondan a los derechos humanos sobre la base de la democracia; en Igualdad y Libertad individual, los cuerpos y las vidas de las mujeres, estarán siempre dependientes de la doble moral y fundamentalismos religiosos que les sigue matando.

Las organizaciones, redes y mujeres a título individual desde el Punto Focal de la Campaña 28 de septiembre por la despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, retomando lo positivo de esta ardua lucha, felicitamos y celebramos con las mujeres y hombres que hicieron posible la despenalización del aborto en Colombia y el Distrito Federal de México, como esperanza de lo que puede suceder en el resto de los países Latinoamericanos y del Caribe.

Asimismo, denunciamos al gobierno de Nicaragua que viola los derechos humanos de las mujeres, en particular los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, el cumplimiento de los distintos tratados, convenciones y compromisos internacionales tales como; La Declaración Universal de los Derechos Humanos, La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la Organización de Las Naciones Unidas, La Convención Americana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, La Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), así como la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

POR UNA DEMOCRACIA DONDE LAS MUJERES DECIDEN SOBRE SUS CUERPOS Y SUS VIDAS...SI A LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO.

Managua, 13 de septiembre del 2007

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UN PASO IMPORTANTE EN LA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD EN AMÉRICA LATINA:


En Chile se encamina la solución al pedido de extradición de Fujimori


Por Sara Cuentas

El dictamen emitido por la fiscal suprema de Chile, Mónica Maldonado y entregado en el palacio de tribunales, el pasado 7 de junio, recomendando la extradición de Alberto Fujimori, ha sido reconocido por las familias de las víctimas, las y los defensores de derechos humanos y por todas las personas que hemos apostado siempre por la democracia y el estado de derecho en el Perú como un paso importante en la lucha contra la impunidad en América Latina.

El informe de la fiscal Mónica Maldonado, desconoce todos los argumentos de defensa de Fujimori y afirma que está probada la comisión de los crímenes que se indican y que el extraditable tuvo participación directa en la consumación y ocultamiento de esos actos ilícitos. Considera que hay indicios suficientes de su participación en las violaciones de derechos humanos de La Cantuta y Barrios Altos, la ilegal indemnización entregada a Montesinos, los sobornos y otros cargos de peculado que justifican su extradición para ser juzgado ante tribunales peruanos. Si bien, esta opinión no es vinculante, pues no obliga al juez supremo Orlando Álvarez a emitir sentencia en el mismo sentido, es fundamental porque ilustra y direcciona el fallo a favor de la extradición.

Es necesario recordar que, durante los diez años en los que Alberto Fujimori fue presidente de Perú (1990-2000), organismos de derechos humanos documentaron miles de casos en los que las fuerzas armadas cometieron violaciones de los derechos humanos. Que durante su mandato, hubo ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura, malos tratos, amenazas de muerte, hostigamiento, detenciones arbitrarias y juicios injustos. Esta realidad evidenció el carácter generalizado y sistemático de estas violaciones y las convirtió en crímenes de lesa humanidad en virtud del derecho internacional, como bien lo señaló Amnistía Internacional.

A diferencia de lo ocurrido con los gobiernos de la década de los ochenta en el Perú, durante los dos períodos de gobierno de Alberto Fujimori, y particularmente desde el 5 de abril de 1992, se dio una relación funcional entre poder político y conducta criminal, tal como afirmó la Comisión de la Verdad y Reconciliación en su Informe Final. Desde el gobierno de Fujimori, de manera intencional y progresiva, se organizó una estructura estatal para controlar todos los poderes del Estado, utilizando procedimientos formales/legales que aseguraron la impunidad para actos violatorios de los derechos humanos, primero, y de corrupción después.

Durante los diez años en que Alberto Fujimori estuvo en la presidencia se impidió deliberadamente la investigación de miles de casos de graves violaciones de derechos humanos, encubriendo y obstaculizando la sanción de los responsables. Estos crímenes rara vez fueron objeto de investigación. Como consecuencia de ello, se protegió una política de violación de los derechos y emitiendo leyes cuyo único objeto fue la impunidad.

La impunidad, que había sido una práctica institucionalizada se legalizó el 14 de junio de 1995. El Congreso de la Nación promulgó una ley de amnistía en virtud de la cual se concedió una amnistía general a todos los miembros de las fuerzas armadas y a los civiles que habían sido denunciados, investigados, acusados, juzgados o condenados, o que cumplían penas de prisión, por violaciones de derechos humanos cometidas entre mayo de 1980 y el 15 de junio de 1995. De esta manera, el gobierno de Alberto Fujimori se aseguró de que las familias y víctimas de las graves violaciones de derechos humanos atribuidas a miembros de las fuerzas armadas no pudieran obtener ni verdad ni justicia.


Además, la intimidación y las amenazas de muerte formaron parte de la vida cotidiana de las y los defensores de los derechos humanos en el país. Ellos/as, las víctimas y familiares, que presentaban quejas sobre los abusos de las fuerzas de seguridad, vivían en un perenne clima de temor. Las/os defensores de los derechos humanos lo sintieron intensamente como resultado de las repetidas acusaciones del Presidente Fujimori y otras autoridades, quienes les imputaron complicidad con los grupos terroristas.

Otra de las violaciones de derechos humanos, cometidas por el gobierno de Fujimori, que afectaron directamente a más de 250 mil mujeres, fue la aplicación de una campaña sistemática de esterilización de miles de mujeres en las zonas más deprimidas del país. A lo largo de los años 1996, 1997 y 1998 estas mujeres fueron esterilizadas, muchas de ellas sin su consentimiento. Así lo reveló el informe “Nada personal” elaborado por el Comité de América Latina y del Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos (CLADEM), coordinado por Giulia Tamayo, abogada e investigadora en derechos humanos, y basado en casos de mujeres totalmente identificados.

El informé reveló que el Gobierno de Alberto Fujimori estableció metas numéricas de usuarias a nivel nacional exclusivamente para el método de anticoncepción quirúrgica y que estas intervenciones se hicieron con presión y estímulos a los establecimientos de salud y al personal médico para el cumplimiento de dichas cuotas, y con engaños, coacciones y promesas incumplidas hacia las mujeres, lo que propició violaciones de los derechos humanos. Dichas metas, según revelaron funcionarios de alto nivel, eran conseguir 100.000 esterilizaciones el año 1996, 130.000 el 97 y 165.827 este año.
Las violaciones cometidas durante el gobierno de Alberto Fujimori entre los años 1990 y 2000 constituyen crímenes contra la humanidad, es decir, en agravio toda la humanidad; y el derecho internacional reconoce como tales, entre otros crímenes, la práctica generalizada o sistemática del homicidio, la tortura, el encarcelamiento arbitrario y la desaparición forzada de personas.

En este sentido, todos los Estados, incluidos Chile y Perú, tienen la obligación de investigar y, en su caso, de procesar y castigar a las personas responsables de haber cometido u ordenado cometer crímenes contra la humanidad y de colaborar en su aprehensión, detención, extradición y castigo.

Desde que Alberto Fujimori fue detenido en Chile el 7 de noviembre de 2005, a pedido de las autoridades peruanas, tanto las familias y sobrevivientes de la masacre de Barrios Altos, como las de las víctimas de La Cantuta, y millares de otras personas, que fueron víctimas de violaciones a sus derechos fundamentales o perdieron a sus seres queridos, esperan que por fin se haga justicia.

Ahora, la decisión sobre el pedido de extradición depende de la Corte Suprema de Chile y esperamos que tome en cuenta la valoración de la fiscal Maldonado para impedir que Fujimori continue protegiéndose bajo el manto de la impunidad.

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Sobre Fujimori, Kissinger y la ilusión de la justicia




Por Verónica Díaz Cerda

Después de la histórica detención de Pinochet en Londres, quisimos creer que los dictadores habían sido derrotados, que nuestros muertos y desaparecidos le habían ganado al olvido y a la amnistía, que los responsables de genocidios, masacres, torturas y otros crímenes contra la humanidad ya no eran intocables, que ya no podrían pasear tranquilos por el mundo porque la mano de la justicia era ahora más poderosa que sus mantos de inmunidad.

Pero los Fujimoris y los Kissingers siguen paseando imperturbables, sin atisbos de miedo ni arrepentimiento, casi siempre con una sonrisa, burlando a la justicia. Y aunque la fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, por fin acaba de recomendar la extradición del ex presidente peruano –decisión que seguramente ratificará el fiscal Orlando Álvarez- lo cierto es que el autor de la política masiva, sistemática e institucionalizada de violaciones a los derechos humanos de nuestro vecino país, vive en Chile desde más de un año y medio, en una cómoda casa de Las Condes. Impasible, con libertad bajo fianza, se le ha visto comprando yogur en el supermercado, visitando Pucón y Rancagua o jugando golf.

Henry Kissinger, en tanto -el ex secretario de estado norteamericano y el mismísimo que recibió paradójicamente el Premio Nobel de la Paz- se pasea tranquilo por Londres o Paris dictando conferencias sobre las relaciones internacionales. Impertérrito frente las acusaciones por la matanza, mutilación, tortura y desplazamiento forzoso de poblaciones civiles en Vietnam, Laos y Camboya hace más de tres décadas. Impávido frente a las acusaciones que lo vinculan con el asesinato del general chileno René Schneider y el apoyo explícito otorgado a Pinochet, revelado no sólo por los archivos desclasificados por el estado norteamericano, sino también por la meticulosa investigación de Christopher Hitchens, uno de mis periodistas favoritos.

No obstante las evidencias, la petición del juez Baltasar Garzón de interrogar a Kissinger por el apoyo a Pinochet, fue rechazada. Las treinta preguntas que el juez Juan Guzmán le envió para indagar más sobre su relación con el General Pinochet, jamás obtuvieron respuesta. Está claro, en todo caso, que Chile y muchos otros estados, incluso con evidencias en la mano, nunca osarían pedir u otorgar la extradición de un ex secretario norteamericano.


En el caso de Fujimori, cualquiera sea su destino desde ahora, y más allá de los aplausos que pueda desencadenar la inminente resolución de la Corte Suprema de Chile, no hay que olvidar que su juicio de extradición ha tardado casi dos años. Y que pese a la existencia de una orden de captura internacional y de los instrumentos legales para hacerla efectiva, no fue expulsado inmediatamente del país para someterlo a jurisdicción de los tribunales peruanos. ¿Por qué?...porque tanto el entonces gobierno de Lagos como el de Bachelet ahora, quiso y quiere ahorrarle los “costos políticos” de una eventual extradición a su homólogo peruano y de paso afianzar las relaciones bilaterales entre ambos países, que siempre han estado atribuladas por el conflicto de la delimitación marítima y terrestre.

Aunque Bachelet ha dicho que el gobierno respetará la decisión final del máximo tribunal de justicia, Alan García no se da por aludido y continua enviando mensajes - casi subterfurgiamente- a La Moneda, diciendo que una extradición significaría tensionar al máximo las relaciones entre ambos países, según nos cuenta el diario La Tercera en su edición del viernes 8 de junio. El mismo periódico asegura que “hay quienes en la Concertación ven en la permanencia de Fujimori en Chile una eventual herramienta de negociación con Lima” debido al complejo escenario por las que atraviesan las relaciones bilaterales.

Análisis políticos preliminares apuntan a la improbabilidad de que el juez Álvarez rechace el informe de la fiscal y no de luz verde a la extradición. No obstante, es de esperar que en su decisión final incluya los delitos de violaciones a los derechos humanos- la matanza de “La Cantata” y la masacre de Barrios Altos, ya considerados por la fiscal- puesto que las acusaciones que sean excluidas en Chile no podrán ser utilizadas por los tribunales peruanos.

El juez Guzmán denunció no hace mucho presiones por parte del ministerio de justicia cuando investigaba a Pinochet, pese a las declaraciones de buenas intenciones de Lagos y a la supuesta independencia de los tribunales chilenos. ¿Podemos confiar entonces en las palabras de Bachelet que descartan cualquier acuerdo político entre Santiago y Lima?

Queremos seguir creyendo, pese a que la realidad nos muestra que el estado chileno y otros tantos ratifican normas internacionales de derechos humanos por razones puramente instrumentales. Que suscriben tratados simplemente para no ser excluidos de la comunidad internacional o porque a sabiendas de que el derecho internacional carece de un mecanismo efectivo de imposición, adoptan normas para esconder más abusos. Queremos seguir confiando, pese a que la realidad nos confirma tristemente una de los principios de las relaciones internacionales: que los estados son actores egoístas y racionales, que buscan estratégicamente maximizar sus propios intereses y que, al fin y al cabo, vivimos en un sistema anárquico, donde no hay una autoridad central y gana la ley del más fuerte.

Sí, queremos seguir creyendo que los dictadores están para ser derrotados, que nuestros muertos y desaparecidos le ganarán un día al olvido y a la amnistía, que los responsables de genocidios, masacres, torturas y otros crímenes contra la humanidad ya no serán intocables, que ya no podrán pasear tranquilos por el mundo porque la mano de la justicia será ahora más poderosa que sus mantos de inmunidad.

Verónica Díaz C.
Fotografia: AFP

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Tiempo Perdido (¿?????)


Por Carolina Ruz

Quisiera contar mi experiencia personal en torno a mi regreso a Chile, con dos niños pequeños en los brazos. Antes que nada no me considero una caso de asistencia social, aunque a veces si necesito un apoyo mas allá de mis fronteras doméstica que me recuerde que el papel de socialización que realizo cada día, lo han realizado miles de otras mujeres en la historias de este siglo. Y que al igual como tantas otras mujeres reflejo una condición de la división social del trabajo (separación entre mundo privado y mundo público)
Porque una de las cosas que me ha pasado es que no tengo tiempo y a estas alturas pareciera asumir el concepto de tiempo que tiene el sistema capitalista, es decir que el tiempo dedicado a la maternidad es tiempo perdido en el mercado productivo. Que lo asuma no quiere decir que estoy de acuerdo con esto. El tiempo dedicado al cuidado de mis hijos me deja un margen estrecho al final del día que no alcanza a ser utilizado en mis intereses (leer una novela, estudiar, escribir o entrar a las páginas de Internet que me interesan), pero que sin embargo es un tiempo que considero importantísimo.

Si las madres pudiéramos entrar en las estadísticas sobre el uso del tiempo al igual como entramos en las estadísticas sobre participación en la fuerza de trabajo, (las encuestas de uso de tiempo son una herramienta eficaz para medir pobreza.), se podría visualizar cotidianamente el esfuerzo de organización, de stress y de horas de trabajo que aportamos a la sociedad.
Al ser un caso estadístico, es importante resaltar la importancia que tiene el tiempo que utilizamos en las labores asociadas a la reproducción social, lo que revela entre otras cosas, las capacidades y necesidades individuales que tenemos cubiertas por el Estado y las que no cubre este sistema social (más importa que lo cubra el Estado que el Mercado). Estas necesidades bien pueden y deben estar traducida en derechos sociales y ciudadanos (acceso a transferencias estatales, políticas de conciliación trabajo y vida familiar, y la repartición igualitaria del trabajo de cuidado familiar con los hombres).

Pero ¿que me pierdo?; pues pierdo probabilidades de encontrar mejores trabajos (y mejores oportunidades de recreación, de encuentros con amigas,…), y la otra pregunta central es ¿que probabilidad tengo de ejercer plenamente en el plano laboral mis capacidades profesionales al igual que un hombre?.

¿Cual es la responsabilidad central que te asigna la sociedad como madre?: la respuesta es el cuidado de los hijos, pero para efectuar ese cuidado tenemos que sacrificarnos tanto? ¿O la Sociedad en su conjunto debe hacer un esfuerzo por compensar la función de cuidado que ejercen las mujeres en el plano de la familia?

En una Encuesta reciente que realizó el Instituto Libertad y Desarrollo en Mayo, con una muestra de 500 hogares con hijos menores de 18 años en la región metropolitana, cuando se pregunta si a juicio de los entrevistados cuáles instituciones tienen mas peso en el fortalecimiento de la familia; ( si la iglesia, los medios de comunicación, los tribunales de justicia, la legislación vigente, o el congreso ) resulta que, un 56% piensa que es la Iglesia quien es responsable del fortalecimiento de la familia. Lo que sigue, en otro ítems de la encuesta es una pregunta acerca de el futuro de los hijos y un 69% de la muestra piensa que lo mejor es que la madre trabaje tiempo parcial y un 38% que la madre no trabaje ( ¿????)

Signos de interrogación me llevan a cuestionarme tales convicciones acerca del rol que tienen las madres en el futuro de los hijos y la disyuntiva entre sus vidas personales y la vida para los otros. Porque por ultimo yo podría pensar ¿Quien es la iglesia para decirme a mi , que lo más importante de mi vida es la función que realizo con mis hijos?. Frente a esto yo puedo hacer dos cosas: acatar ese mandato al cual no adhiero y no cuestionarme nada de nada, porque así lo dicen “las instituciones” o simplemente indagar en otras fuentes menos cercanas al conservadurismo. Yo creo que en Chile existen esos dos caminos alternativamente opuestos de pensarse en la realidad: acatar la responsabilidad y el rol que te asignan las instituciones más importantes de la sociedad, es decir asumir a la sociedad patriarcal o buscar la forma de ejercer mis derechos de ciudadana. Lo que implica también reencontrarme con un conocimiento sobre la realidad de las mujeres que específicamente está más cercano al feminismo que a otro tipo, pero que esta mucho mas lejos de las ciudadanas de este país.

Para concluir quisiera decir que creo que la inmensa mayoría de las mujeres madres lo que busca es compatibilizar la vida laboral con la vida familiar, pero compatibilizar significa para las mujeres trabajar menos y por ende ganar o no ganar lo mismo?. Porque resulta que lo que están diciendo las estadísticas es que a igual trabajo de los hombres recibimos menos salarios. Entonces se nos pagará lo mismo?, y por último: A todas por igual?, sin diferenciar nivel educativo, capital cultural y capital social?
CAROLINA RUZ
CR1 Instituto de estudios cercano a los sectores conservadores del país

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Movimientos ciudadanos: Una nueva forma de hacer política

Por Inés Cheuquelaf Bradasic


Hace un par de semanas asistí junto a otras compañeras del Colectivo Hijas de la Tierra a una conferencia que dictó el sociólogo alemán Ulrich Beck en Barcelona. Más allá de las molestias propias de la traducción simultánea... no pude dejar de sorprenderme y coincidir con los lúcidos planteamientos del ideólogo de la sociedad del riesgo.

La sociedad del riesgo es el nombre que Beck pone a la generación postindustrial en donde los medios de dominación cambian a raíz del fin de la modernidad. Hecho que viene aparejado con el fenómeno de la globalización. Beck, plantea estos cambios a través de diversos tipos de revoluciones: la microelectrónica, la femenina, la ecológica y la socio-política.

Sin duda el trabajo como actividad ha cambiado. Sino sólo pensemos en las horas que pasamos frente a un ordenador. En la mayoría de los casos la actividad profesional se ejerce desde lo digital. la “industrialización clásica” paso a segundo plano y se desarrolla notablemente la plataforma del trabajo-virtual.

Las mujeres van ocupando otros espacios que antes les eran absolutamente ajenos. Avanzamos hacia “lo público”, tanto en el plano laboral y socio-político. A este hecho, se suma el crecimiento de la preocupación colectiva por el medio ambiente. En la actualidad el calentamiento global y sus consecuencias, son tema primordial para las agendas políticas y sociales de muchos países del mundo.

Ahora, ¿cómo confluyen estas “revoluciones”?... está pregunta da lugar – a mi parecer – al fenómeno más notorio de la sociedad del riesgo: el nacimiento de movimientos ciudadanos como alternativa al rol del estado moderno y la conformación política que le es propia.

Los ciudadanos ya no esperan que sus gobiernos tomen el rol “paterno-protector”, ahora son ellos mismos quienes se movilizan por las distintas demandas que las organizaciones políticas de la época moderna no han sido capaces de resolver.

El papel de los medios de comunicación, hace que los ciudadanos estén al tanto de lo que pasa a uno como a otro lado del planeta. Somos conscientes de que tanto una guerra de carácter étnico como la de los Balcanes; o de dominación como en Irak; o una catástrofe natural; o un atentado terrorista están a la vuelta de la esquina y en cualquier momento pueden tomar como escenario nuestra propia existencia.... aquí se genera la toma de consciencia del riesgo, los riesgos que corremos cada día.

Es cierto, vivimos con miedo, y este sentimiento despierta la necesidad de controlar todos los aspectos de nuestras vidas. Nos volvemos hacia nosotros mismos. Somos más individualistas. Las relaciones sociales cambian. Reflejo de ello es la mutación de la familia tradicional como núcleo de la sociedad.

Sin embargo, no todo es miedo. Aparece una nueva forma de hacer política.... las organizaciones ciudadanas levantan la voz para reclamar lo que las organizaciones tradicionales como los gobiernos y los partidos políticos no han escuchado.

El movimiento okupa como una alternativa de vivienda y de autogestión cultural en una sociedad donde la especulación inmobiliaria crece y crece. Los medios de comunicación social alternativos que recogen las inquietudes de colectivos de personas (¡como nosotras!) y que no tienen espacio en los grandes consorcios de comunicación masiva. Organizaciones ecologistas (GreenPace, WWF), asociaciones sin fines de lucro como las Ong's que miran fundamentalmente al tercer mundo, asociaciones de Software Libre, que hacen la guerra al imperialismo informático y la brecha digital.

Estas organizaciones ciudadanas - y muchas más- se constituyen en la actualidad como la alternativa de una sociedad que abandona los patrones propios de la modernidad para hacerse cargo de sus problemas más inmediatos.

A pesar de todo el riesgo y el miedo que provoca, hay ganas de luchar.... la ACCION CIUDADANA es reflejo de ello.

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¿Que pasó con el Transantiago?

Por Carolina Baeza

Imposible no enterarse de la caótica situación que se vive en Santiago de Chile con lo del transantiago aunque se viva fuera, y no por las noticias donde de hecho no he visto nada (en España), sino por la queja constante de familiares y amigos, por los e-mails cadena con presentación PowerPoint adjuntas que muestran chistes alusivos a. Es que es el chiste irónico de la temporada. Al principio, cuando escuchaba las primeras quejas desconectada completamente de la situación real pensaba "típica resistencia al cambio" porque no podemos negar que somos resistentes, nos cambian el color de la micro y ya estamos alegando... me hace recordar al colectivo de empresarios de micros que paralizaban el país con las huelgas para oponerse a los cambios propuestos por el gobierno para mejorar el servicio. Se aferraban a su sistema arcaico de transporte público ejerciendo el poderío que tienen dejando a todo el mundo sin poder desplazarse. Y yo y mucha gente pesabamos que era obvio cambiar, si las micros estas son una vergüenza nacional, máquinas viejas, choferes corriendo por cortar un boleto, conductores "multifuncional" que manejan, cobran, vigilan el orden dentro de la micro... en esas condiciones no había chofer con buen humor posible! y ni hablar de las horas extras, de los que conducen sin haber dormido, de las carreras que ponen en peligro a la ciudadania, de las peleas e intercambios de insultos entre pasajeros y choferes, entre pasajeros y pasajeros, entre choferes y peatones, choferes y choferes... es que era un desastre! estábamos acostumbrados pero eso no lo hacia menos desastroso.
Y lo que no entiendo es como es posible que esa situación se prolongara tanto tiempo, si todos los empresarios, políticos y gente relacionada al tema, seguro que se han pegado su buen viaje a Europa donde esta a la vista de todos que OTRO sistema de locomoción colectiva opera exitosamente; sin estrés para el chofer, con buenas máquinas, con un ticket integrado que sirve para metro, bus, ferrocarriles... que se paga antes de subir, con descuentos según la cantidad..y todos tan tranquilos viajando contentos (no es cierto porque como la queja es como inherente a nuestra condición humana, incluso aquí en Europa la gente se queja...a veces de llena) ¿por que si todos conocen esta realidad no la copiaron antes para nuestro país? era sólo copy y paste!. No sé si peco de ingenua, entiendo que la inversión es grande pero esta no es una cuestión irrelevante o de baja prioridad.
Se hicieron intentos antes, es verdad, de a poco, con ridículos resultados; pusieron un cobrador automático en el pasillo, no sirvió porque se producían atascos y el chofer terminaba cobrando igual. Entonces hicieron una casucha al lado del chofer donde se ponía el "cobrador humano", un señor sentado que cobraba, se creó un nuevo empleo... y el resultado un montón de recursos gastados en soluciones parches para terminar mandando al cobrador humano a su casa y volver a donde estabamos. Así que la gran reforma vino con el transantiago, en el que todos tenían muchas espectativas. ¿Pero que pasó?, por lo visto y oído (e intento ser cautelosa porque no lo he experienciado personalmente pero confió en la gente sensata de la cual me llegan los comentarios)más que facilitar las cosas han vuelto un caos la ciudad, ¿porque no se hacen bien las cosas de una vez por todas? no dudo que haya buena voluntad, pero ¿es que faltan profesionales preparados para planificar y poner en marcha un proyecto de tal envergadura? NO!, en Chile hay más gente preparada que puestos de trabajo, entonces ¿por qué mostramos la hilacha siempre que queremos subirnos a la caravana del desarrollo?. Estimado gobierno, ojala se arregle esta situación pronto, porque los que reciben las criticas andarán deprimidos y cabisbajos, pero van en auto hasta sus puestos de trabajos, la mayoría de los chilenos no. y olé por el metro que creo que ha puesto el hombro frente a la crisis.
foto: de un mail cadena que me llegó.

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La politica de la Verguenza Ajena

Por Carolina Baeza
...La bronca fue constante durante el intercambio de intervenciones entre el presidente y el portavoz del PP, todo a raíz de la pregunta del senador 'popular' sobre la nueva situación penitenciaria del preso etarra José Ignacio de Juana Chaos..."Uno tiene la impresión de que aquí no se quiere escuchar nada. Es la impresión que espero que tenga la sociedad española que nos está escuchando. Esto es una vergüenza, señorías, es una vergüenza. Como representantes de los ciudadanos españoles no podemos dar esta imagen que estamos dando. Lo digo como lo siento, señorías. Ha hablado el señor García-Escudero, tiene la palabra el presidente del Gobierno, les guste o no les guste", dijo airado Javier Rojo, Presidente del Senado... La Vanguardia 7 de marzo 2007.


La noticia estrella de hoy en la prensa española no es más que la gota que revalsa el vaso de una seguidilla de situaciones que muestran una tendencia a hacer politica con formas vulgares, que empañan el fondo (si lo hay) y en donde la falta de consistencia y la falta de voluntad de acuerdo se maquillan con insultos y descalificaciones rimbombantes y que generan al menos en mi, la incomoda sensación de verguenza ajena...


Ya habia comentado con mi entorno cercano lo desagradable de este estilo, muy recurrente en el partido de la oposición (PP), de manifestarse de la manera más agresiva posible, apelando más a una especie de estética retorica hostil y populista que a la necesidad de lograr consenso. Y es que una cosa es ser confrontacional y otra cosa es ser oposicionista a priori que es lo que veo constantemente en las declaraciones del PP. Da igual la propuesta, da igual el acontecimiento a debatir, la cuestion es hacer oposición en el sentido mas literal y burdo del concepto, renunciando a todo dialogo y negociación constructiva, quizas esa es la frase que busco para calificar la estrategia del PP: carente de constructividad. Y entonces yo no sé donde esta la estrategia que se plantean, porque me parece que subestiman a la ciudadania si piensan que concluiremos que "el más insultado es el peor", y si la idea como representantes de la clase politica en general, es que los indiferentes se comprometan, flaco favor le hacen a sus intereses, porque desde luego en los terminos en que se manifiestan no lograran ser referentes de nadie, no lograran más que el autodesprestigio que en todo caso no ha comenzado recién hoy.
Soy residente de un país en donde no puedo votar, sin embargo, eso no hace que pueda abstraerme de todos estos "dimes y te diretes" que empañan la politica española, porque al fin y al cabo aunque no es mi país, es el país donde vivo, y en lo cotidiano convivo con la información que circula a mi alrededor como todo el mundo... por si alguien dice "y a ti que te importa, no es tu gobierno", pues si lo es, aunque éste no reconozca oficialmente mi opinion, es el gobierno que gobierna el territorio que habito. Y por cierto, espero profundamente que mi pais Chile, no se contagie de este estilo de hacer politica. Europa, eterno referente, sin duda a veces deja mucho que desear.
Por Carolina B.

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